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sábado, 22 de diciembre de 2012

Aromas, sabores y sonidos de Navidad


Los sabores de mi niñez eran los de la comida que preparaban mi madre o mi abuela para reunirnos con la familia: el pavo relleno, los pimientos del piquillo rellenos de pescado, gambas, etc. Los postres eran lo mejor de la Nochebuena. Hacían bolas de coco, traían mazapanes, turrones almendrados, una tarta... 

Los sonidos eran los de los villancicos, como el de "Noche de Paz", "Campana sobre campana"... Me gustaba mucho cantarlos con mis primos y con mi hermana, era muy divertido.
Laura, 4ºA
Los sonidos que recuerdo de la Navidad son los villancicos que se oían en toda la casa. En la casa del vecino todos los años ponían Papá Noel que al encenderlo decía: "Jo, jo, jo" y cantaba la canción de "Merry Christmas". Supongo que se rompió porque hace dos años que no lo ponen. También recuerdo los anuncios de turrones, me hacían sentir que ya estábamos en Navidad. Y por último, el ruido de los voladores y las bombas. 
Los sabores que aún siguen siendo los mismos son los de los turrones. Por estas fechas, después de comer, mis abuelos de postre siempre nos dan trocitos de turrón, mazapanes y bolitas de coco.
Los aromas que más recuerdo son los de la pólvora, el de la comida hecha al horno, el del musgo y el del serrín del Belén.
Ariadna, 4ºA

Mi vida se llena de alegría en Navidad, cada vez que oigo esos sonidos: los villancicos, los niños jugando, mi familia hablando y sonriendo, mis hermanas y primas discutiendo qué ropa ponerse... 
La boca se me hace  agua al recordar los platos que preparaba mi madre: esas ensaladas, esas carnes, la lasaña...
Esos aromas y sonidos que con solo olerlos y escucharlos me recuerdan lo alegre y divertida que es la Navidad.
Indra, 4ºC

Recuerdo que, en Navidad, por las mañanas me despertaba con el olor de los turrones y los polvorones.  Me levantaba corriendo a comer, y luego me metía en mi habitación para aprenderme algún que otro villancico y componer mis canciones. Cuando se acercaba la hora de comer, empezaban a llegar a mi nariz los aromas de las comidas navideñas que hacía mi madre. 
 Samuel, 4ºC



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